Todas las empresas, pequeñas, medianas y grandes, manejan y almacenan grandes cantidades de información y datos, lo cual se define como Big Data. Estos datos, son analizados por las empresas y se usan comúnmente para tomar mejores decisiones en diferentes procesos de la empresa y estas afectan directamente al negocio. Por esta razón, es de gran importancia que los datos que se utilicen sean válidos, fidedignos y de calidad, dado que, si no lo son, este análisis estará errado y no será de utilidad para la empresa, al contrario, la podría perjudicar. Para ello, es indispensable contar con herramientas precisas para realizar una correcta validación de información, para asegurar que los datos y la información que se maneja en el negocio, sea de calidad.

Es importante saber el origen de la información que se almacena en la base de datos de la empresa, pues pueden provenir de diferentes fuentes:

  • Información insertada por los trabajadores de la empresa
  • Datos añadidos directamente por los clientes
  • Datos de migraciones o importaciones de otra herramientas o fuentes externas de la empresa

Teniendo en cuenta los posibles orígenes de la información que se almacena en la empresa, es clave antes de usarla con fines determinantes, realizar una correcta validación de esa información, sobre su veracidad, calidad y fiabilidad, con el fin de asegurar que estos datos estén limpios y se puedan utilizar sin ningún problema. 

¿Cómo se considera un dato válido?

  • El dato debe existir (no debe estar vacío)
  • Formato válido, el formado debe ser adecuado para el tipo de dato
  • Datos precisos, únicamente debe tener la información específica del dato
  • Control de duplicidad
  • Integridad de los datos

La validación de los datos, cuando son grandes volúmenes (Big Data) como en la mayoría de casos, normalmente se hace de manera automática, sin embargo, es usual que la validación de los datos se presente en la entrada de los datos, es decir, en primer contacto, bien sean datos introducidos por trabajadores o clientes. Se hace en primer contacto, pues se evita que desde un principio se inserten datos erróneos al sistema de la empresa y si se validan correctamente, no hay que corregirlos nuevamente, aunque en caso de que se deba realizar una corrección, es un gasto más alto para la empresa y un proceso más complejo. 

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